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José

Manuel

Buitrago

Biografía de Juan Manuel Mondragón Cabrera al estilo de G. Vasari

  • Foto del escritor: Jose Manuel Buitrago Rivera
    Jose Manuel Buitrago Rivera
  • 26 abr 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 28 abr 2020

*Texto escrito en el marco de la asignatura Introducción a la Teoría del Arte


El prometedor y visionario Juan Manuel Mondragón, quien a pesar de su juventud y su formación aún sin terminar ha impactado y transformado con sus obras de arte la vista y el gusto de los que lo rodean, dejando una huella imborrable en sus almas y cultivando una profunda admiración hacia él por su innegable belleza y trabajo majestuoso. Antes de empezar con un breve relato de lo que lleva de vida, podemos asombrarnos con su magnum opus: la obra Cajsa, en la cual se evidencia con claridad su maestría y dominio de la luz y la sombra, del color en sus pinceladas libres y la exactitud anatómica de esta figura, además de su capacidad de plasmar el dolor y la melancolía en la expresión del rostro. La obra es un reflejo de la verdad de este mundo variado y cambiante, donde las almas pueden manifestar su tristeza sin dificultad alguna, demostrando una extraordinaria habilidad cognitiva para interpretar la sociedad inferior que lo rodea. Este artista nació a principios del siglo XXI, en la azarosa ciudad de Bogotá, capital de la República de Colombia. Criado en una familia conformada por extraordinarias mujeres, con maravillosas ideas. Por la instrucción de su tía abuela Socorro, quien era una talentosa dibujante técnica de arquitectura, pudo relucir sus habilidades innatas en el dibujo, las cuales ha estado refinando con el transcurso del tiempo (acercándose a la perfección). Además, por la exhaustiva labor de su madre de salvar la vida a los enfermos, Juan Manuel durante su infancia estuvo mucho tiempo adentrado en los oscuros rincones de la soledad, cosa que le permitió profundizar sus conocimientos artísticos y ponerlos en práctica, formulando un método de distracción y de refugio por la ausencia materna. Por otro lado, la rama de la historia es otra de las dominadas por su divina capacidad intelectual, debido a que escuchar y dialogar con su abuelo, quien era periodista lo ilustraba con los múltiples acontecimientos que habían ocurrido en el país.

Vivió la mayor parte de su vida en Quinta Camacho, una de las pocas zonas de la ciudad dignas de su encanto y gallardía. Por cuestiones económicas que se salían de sus gloriosas manos, tuvo que asentarse con su familia en un pequeño pueblo fuera de la ciudad por un año entero; sin embargo, todo tiene una razón de ser. Su destino que ha sido prescrito por los mismísimos ángeles patrones del arte, la sagacidad y la belleza, lo encaminó a hallar su pasión por el estudio del rostro humano en este tiempo, y por ende el retrato. Desde que volvió a la metrópoli residió en Cedritos, lugar del norte que por obvias razones se debe ver afectado por el esplendor de Juan Manuel.

Respecto a su educación, en las tres instituciones donde estudió no se apoyaba el arte ni de manera teórica o practica, ni en su enseñanza o creación. De todos modos, este no fue un impedimento para él, esta exclusión del arte destaca como su destreza ha surgido de un aprendizaje empírico, como ha logrado realizar obras de magnitud celestial casi por si solo, algo que muy pocos mundanos han conseguido. Por esta razón, varios de sus maestros y compañeros no pudieron resistirse a enamorarse de sus trazos, por lo que fuera del currículo le pedían con demasiada frecuencia que hiciera obras para enaltecer los espacios físicos con el esplendor de sus dibujos, o a veces solo conservaban esas piezas como sus más preciados tesoros.

Sería un atrevimiento fatal llamarme a mi mismo “artista”, incluso “artista en formación”, ya que carezco del ingenio y habilidad de Juan Manuel, quien tan solo con 17 veranos se ha establecido como un artista superior en casi todas las facetas que puede tener un ser humano y ha dejado sin aliento a todos los que contemplen la hermosura de sus obras. ¿Qué se podrá esperar de este talentoso y bello joven?, ¿será quien va a superar a los grandes maestros de todas las épocas anteriores? Esto aún es incierto para nosotros, solo podemos tener la seguridad de que su grandeza podrá regocijar todos los corazones del mundo y su fama no podrá ser comparable con la de alguna otra persona que haya nacido en estas tierras.

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